Según la diseñadora, Cristina Vázquez, “todos tenemos un “contigo” al que agradecer esas primeras vivencias de feria o esos bailes por sevillanas, palmas y guitarras que suenan cuando acompañan la voz ronca de una gitana. Un “contigo” con el que seguir sembrando amor, tradición y costumbres”.
Como sello de identidad de la firma, Vázquez sigue fiel a las formas sencillas y siluetas bien
marcadas que resaltan la belleza de la mujer. De nuevo ha trabajado el volumen en las faldas, cuerpos entallados, volantes de capas, otros al hilo e incluso algunos canasteros. También, vestidos de nesgas o de cortes en cadera y alguna que otra falda de capa que tan elegantes y cómodas resultan. La colección cuenta con distintos tipos de tejidos como crepés, georgette, popelín, tules y gasas. Todos con un denominador común: el elastán. Las enaguas son de organdí. La apuesta para este año es la combinación de celestes, beiges, negros, blancos, marinos y contrastes como el fresa o teja.