La mantilla negra es un accesorio, una prenda relativamente reciente, ya que se popularizó en el siglo XIX. Su uso se limita a acontecimientos y ceremonias de carácter religioso o festivos. El Jueves Santo las mujeres rememoran con su uso, la pasión y muerte de Cristo.
Esto podría ser el protocolo de uso de la mantilla, pero vamos a ir más allá, porque como todo, la mantilla también evoluciona, eso sí, siguiendo las tradiciones pero adaptándolas a nuestro tiempo. Siempre y sea como fuere, respetando unas normas básicas que sí o sí hay que cumplir, al menos, debemos hacerlo.
Gafas de sol, fumar, beber, no llevar el largo adecuado o ir con grandes escotes, no se debe hacer nunca, pero a partir de ahí, podemos renovarnos señores, porque, ¿por qué no? todo evoluciona, todo cambia con el tiempo y si queremos que esta tradición, donde las mujeres se embellecen de una manera espectacular continúe, que nuestras hijas se vistan de mantilla, que no decaiga y se pierda con el tiempo, debemos evolucionar dentro de las normas.
¿Por qué os cuento todo esto?, «Sí Mantilla» es una iniciativa de Qlamenco auspiciado por el Ayuntamiento de Sevilla y organizado por Doble Erre que se celebró el pasado día 29, un evento consolidado creado cinco años atrás para revisionar el atuendo que se utiliza con la mantilla y hacer que esta tradición se convierta en un reclamo atractivo para las nuevas generaciones.
Desde la Capilla de Los Marineros, en la calle Pureza, hasta la Plaza del Altozano, las calles de Triana se convirtieron en el escenario central de la revisión de esta prenda tradicional con diferentes propuestas de los diseñadores de la Asociación de Moda y Artesanía Flamenca de Andalucía (QLAMENCO). Los claveles rojos y los guantes blancos fueron algunos de los complementos que acompañaron al estilo de las mantillas.
He podido leer en diferentes publicaciones de Instagram comentarios en donde no se ve bien el uso del clavel rojo.
No es hasta la mitad del siglo XIX, cuando Isabel II lo puso de moda entre la realeza, convirtiéndose en una de sus prendas favoritas.
En la obra de Federico de Madrazo podemos observar a una joven Reina con mantilla y flor de color. No fue hasta los años 40 cuando el clavel rojo, símbolo de la pasión, el sufrimiento y la muerte de Jesucristo desde la época de los romanos, se pone de moda a la hora de vestir de mantilla. Para quién no lo supiera todo eso desprende un clavel.
Mujer con Mantilla, años 50 (Pinterest)
Sí, Mantilla
Si estamos viendo como en el Siglo XIX la realeza adornaba con flores de color su cabello, y en los años 40/50 el clavel rojo era la tendencia ¿Por qué ahora no debemos llevarlo?
La mantilla evoluciona y ¿revoluciona?
Fotos Pinterest, Chema Soler y Equipo Doble Erre